jueves, 11 de abril de 2013

“Es indispensable la implicación del lector en la obra” Jaume Vives


Entrevista al autor de Las putas comen en la mesa del rey.

¿De qué va Las putas comen en la mesa del rey?
Es un libro que muestra el infierno que muchas personas están viviendo en nuestra ciudad, aunque también hay historias de superación increíbles.  Por las páginas del libro desfilan mendigos, yonquis, exprostitutas, y ancianos –o no tan ancianos- que tienen el mérito de levantarse cada día por la mañana. Vidas que muchos de nosotros no podríamos aguantar un solo día. Al principio la idea era invitar a los pobres a tomar un café y charlar con ellos. Así ha sido en muchas ocasiones aunque también hay casos en los que el encuentro con los mendigos, los yonquis, o los ancianos, se ha dado en otras circunstancias. En cualquier caso, cada capítulo es una aventura que no se sabe cómo empieza ni tampoco cómo acabará.
¿Por qué escogiste este tema?
Vivimos muy cómodos en nuestros barrios, en nuestras universidades, vamos a cenar con los amigos, y dedicamos la mayor parte de nuestro tiempo libre a satisfacer nuestras necesidades, que muchas veces son nuestros caprichos. Pero muy pocas veces somos conscientes de que en la misma ciudad donde nosotros vivimos, hay gente que no tiene lo mínimo para vivir con dignidad. Pensamos que eso no va con nosotros, que no tenemos ninguna obligación de ayudarles, hasta que nos encontramos con ellos, metidos en su piel, y nuestra forma de ver las cosas cambia radicalmente.  Por eso escogí este tema. Para que la gente descubra esa realidad escondida entre las oscuras y sucias calles del Raval. Además es el lector quien pone punto final a la obra y decide cómo acabará. Es por tanto parte indispensable la implicación del lector en la obra. Las últimas páginas las escribe él.
¿Qué te llevó a escribir el libro?
Soy una persona que necesita hacer cosas e intenta que estas sean útiles a los demás. Hace un año fundé un diario digital para jóvenes. Después de esa aventura, -que todavía no ha terminado- estuve un tiempo sin ningún proyecto entre manos y empezaba a notar que estaba desaprovechando el tiempo, así que dándole vueltas al asunto, finalmente me decidí por lo del libro. Aproveché las vacaciones de enero en la universidad, una vez terminados los exámenes, para empezar a recorrer las calles del casco antiguo de Barcelona y dar forma al libro.
¿Han surgido problemas durante su elaboración?
El primer día que salí a la calle en busca de historias pensé que nunca conseguiría escribir el libro. Muchos pobres no querían hablar, otros estaban borrachos o drogados. Paseando por la calle Ferran me di cuenta de que no sería tan fácil como pensaba. Otro día, mientras hablaba con unos yonquis en un bar, se enfadaron con el camarero y empezó un concurso de gritos e insultos que me obligó a retirarme.
Sin embargo todas estas cosas y muchas otras me ayudaron a crecer como persona, y es mucho lo bueno que me ha dado este libro. No solo por la experiencia de escribir y publicar un libro, sino sobre todo por lo que he vivido mientras lo iba escribiendo. Incluso la peor de las experiencias que haya podido vivir durante este tiempo ha sido el mejor de los aprendizajes posibles.
¿Desde un principio sabías que lo publicarías?
Cuando se me pone algo entre ceja y ceja es difícil que me desdiga. Los que me conocen lo saben. Esto unas veces es bueno, y otras es malo.
¿Tienes pensado escribir algún otro libro?
Por supuesto. Escribir es como una droga. Sobre todo cuando lo que escribes es algo que tú has vivido. Y por eso tengo pensado desaparecer del mapa durante una semana e irme a vivir con los mendigos de alguna población catalana. Se trata de vivirlo para después poder contarlo, esto es lo que me apasiona.
¿Qué te ha aportado escribir el libro?
Me ha ayudado a ver la vida de otra manera. A tratar a las personas y también a mí de modo diferente. Aunque todavía me queda mucho por hacer y mejorar, el libro me ha sido de gran ayuda. Además he vivido cientos de experiencias que no voy a olvidar. Algunas salen en el libro, otras no.
¿Qué esperas que aporte a la gente?
Lo mismo que me ha aportado a mí. Esta es la intención. Olvidarse de uno mismo y entregarse a los demás, es una de las claves de la felicidad, aunque no es fácil y hay que lucharlo.

1 comentario:

  1. Felicitats¡¡¡Se necesitan libros así que nos recuerden que no podemos quedarnos estáticos. Hay que cambiar, siempre para mejor
    Felicidades otra vez

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