domingo, 30 de junio de 2013

NO HAY FINAL FELIZ, POR AHORA



Después de 10 horas de espera, Cristóbal no apareció por las Ramblas el viernes por la noche. Hasta las 3 de la mañana estuvimos buscándole con algunos amigos suyos de la calle, en cajeros y lugares donde pensábamos que podía estar.

Cristóbal, el viernes por la mañana estaba decidido a ir al Cenáculo, incluso había tirado la manta al contenedor y se había despedido de algunos de sus compañeros.

Algunos decían que a última hora desaparecería, que lo había hecho otras veces. En el Cenáculo nos dijeron que ese comportamiento era de lo más normal, dadas las circunstancias, no es ni de lejos la primera vez que viven la misma situación. Aunque creo que influyó en su decisión final una fundación de la que por ahora no daré el nombre, así lo creen algunos amigos de Cristóbal y otras personas que llevan mucho camino recorrido en la ayuda a los indigentes y que acumulan ya varias quejas al respecto. No se trata de una cuestión de medallas ni de propaganda, pero a algunos les cuesta entenderlo.

Cristóbal no se dejó ver durante el viernes. Entre las 17 y las 20 habíamos quedado con él para ir a cenar y después ir a dormir a mi casa.

El sábado me hizo una perdida uno de sus amigos, Manolo, uno de los que más se preocupan y ayudan a Cristóbal, para decirme que Cristóbal estaba en las Ramblas.
Fui a las Ramblas y hablé con Cristóbal, estaba triste y le disgustaba haber dado plantón a tantas personas. Se disculpó por si mis padres se habían sentido ofendidos (teníamos preparada la cama y un grupo de amigos organizado para ir a cenar con él). Yo le dije que eso no debía preocuparle, que no estábamos enfadados, sino preocupados por él, y que seguiríamos intentando sacarle de la calle. Es una persona fácilmente manipulable y le cuesta ver que quien le da dinero para un break de vino no es un buen amigo.

Después de hablar con varias personas que también han intentado sacarle de la calle, veo claro que no será fácil y que se necesitará paciencia, mucha paciencia.

Cristóbal es el hombre del jersey azul de la fotografía, el que está saludando a un sacerdote. Si algún día lo ves en las Ramblas, puedes invitarle a tomar un café con leche en McDonalds y hablar un rato con él. Dile que hay mucha gente preocupada por él, que son muchos los que quieren que deje la calle. Cuantas más personas estén a su lado, más fácilmente podrá vencer todas las esclavitudes que lo tienen atado a la calle.

Jaume Vives ha vivido 8 días con los pobres de Barcelona

martes, 11 de junio de 2013

Jaume Vives vivirá una semana con los pobres de Barcelona

El próximo 17 de junio Jaume se irá a la calle a vivir con los mendigos –vivirá como un mendigo más- durante una semana. Un joven de Sant Gervasi, un barrio acomodado de Barcelona, viviendo en la calle, en los barrios más degradados y con más problemas de seguridad, drogas, y prostitución.

          

jueves, 6 de junio de 2013

¡Qué ejemplo!

Hoy conocíamos esta historia:



"Dobri Dobrev, un veterano búlgaro de 98 años que perdió el oído durante la segunda guerra mundial, vistiendo su ropa hecha por él mismo, camina los 10 kilómetros que separan su aldea de la capital Sofía, donde se pasa el día mendigando.

Aunque Dobri es bastante conocido en varias iglesias de la ciudad, no fue hasta hace poco que se descubrió que donó hasta el último centavo que había recogido (más de 40.000 euros) para la restauración de los monasterios e iglesias de Bulgaria y para contribuir a pagar las facturas de agua y luz de los orfanatos. Vive de la humilde pensión mensual de 80 euros que le paga el Estado". Forum Libertas